Se necesitan capacidades de comunicación especiales para tratar con algunas personalidades, incluyendo los tipos hostiles
agresivos, quejumbrosos, negativos, insensibles y excesivamente agradables.
Algunos tipos hostiles agresivos
parecen atacar de una forma brusca, abusiva e intimidante, que fuerza a los demás a la aquiescencia en contra de su parecer. Estas personas tienden a saber lo que
deben hacer los demás, necesitan demostrarse a ellas
mismas que tienen razón y carecen de confianza y afecto.
Personas difíciles
- Hostiles agresivas
- Explosivas
- Beligerantes
- Demandantes
- Negativas
- Desinteresadas
- Complacientes
Explosivas
La personalidad explosiva pertenece al tipo de personalidad hostil agresiva. Las rabietas del adulto son la
versión aumentada de las rabietas infantiles, que constituyen un mecanismo de defensa para enfrentarse al
miedo, la desesperanza y la frustración. Las rabietas
de los adultos son respuestas súbitas, casi automáticas, a la amenaza a sus sentimientos
Beligerantes
El beligerante utiliza comentarios despreciativos que
son respuestas agresivas a un problema no resuelto.
Causa sufrimiento en vez de acciones positivas. Por
desgracia, el problema no resuelto empeora, y el estrés
consiguiente origina más comportamientos difíciles,
como insinuaciones, comentarios no demasiado sutiles
y burlas poco graciosas.
Demandantes
Los demandantes pueden dirigirse directamente a usted o se pueden quejar de otras personas «terribles».
Las quejas contribuyen a que las personas aparezcan
intachables e inocentes, al menos para ellas mismas. Se
debe escuchar con atención a los demandantes, parafrasear un reconocimiento de lo que se ha oído y confirmar
la percepción propia de cómo se siente el demandante.
Pensadores negativos
Las personas con pensamiento negativo creen que fracasará cualquier tarea que no se encargue a ellas mismas, y que los demás no se preocupan y sólo tratan de
beneficiarse. Se pueden hacer comentarios optimistas, aunque realistas, sobre éxitos pasados en
situaciones similares, pero no se debe discutir con los negativistas para sacarlos de su pesimismo. Es mejor no
ofrecer soluciones ni alternativas hasta que el problema
haya sido concienzudamente discutido, ni pedir a las personas que actúen antes de sentirse preparadas.
Pasivas
La persona poco participativa no puede o no quiere hablar cuando es necesaria su aportación. Es difícil saber
lo que significa su silencio. La estrategia más importante es conseguir que la persona callada hable, para lo que
se hacen preguntas de respuesta abierta, se espera con
calma la respuesta y no se habla para ocupar el silencio.
Si una pregunta abierta no obtiene respuesta, se debe
comentar lo que está sucediendo; por ejemplo, «No responde usted nada», y terminar la observación con otra
pregunta de respuesta abierta, como «¿En qué está usted pensando?». Se debe prestar atención cuando la
persona hable, pero si no habla nunca, se debe terminar
la reunión exponiendo lo que se hará, puesto que no se
ha producido discusión alguna.
Excesivamente complacientes
Las personas extremadamente agradables son igualmente difíciles debido a que parecen estar de acuerdo
pero pueden dejarle a uno en la estacada cuando llega
el momento de actuar. Tienen una gran necesidad de
ser queridas y aceptadas, y de ayudar a otros a sentirse
aprobados, para obtener su propia aprobación.
Experimentan problemas cuando sus necesidades de aprobación entran en conflicto con los aspectos negativos de la
realidad. Se comprometen a acciones que después no
cumplen.
Felicidades por abordar este tema tan importante.... hay muchas personas que son dificiles de tratar y mas en el tema de salud.... todos somos diferentes pero realmente se tiene que estar preparado para poder abordar o tratar a estas personas...
ResponderEliminarEs muy importante saber cómo abordar a las personas ya que todos somos diferentes y el estar preparado para saber tratar a todos como se merecen eso ayudará en el día a dia
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